Por estos días son muchas las familias que pasan tiempo en centros recreativos, playas y campismos. Muchos toman medidas para garantizar la higiene y conservación de los alimentos pero otros no tanto.
Es importante tener en cuenta que en los meses de verano las altas temperaturas propician el crecimiento de hongos y bacterias que descomponen los alimentos y provocan enfermedades, en el mejor de los casos no pasan de las diarreas y vómitos pero algunas veces pueden causar la muerte.
Los hábitos de higiene en la alimentación son simples y deben apicarse tanto en el hogar como en las escuelas, centros laborales, etcétera. Algunas acciones importantes son: Lavar las manos con agua y jabón antes de preparar los alimentos, antes de comer y después de ir al baño.
También es fundamental utilizar siempre utensilios limpios para preparar y servir los alimentos, analizar su estado para comprobar que se encuentren perfectamente, almacenarlos de manera segura una vez cocinados, y consumirlos luego de su elaboración.
Otro aspecto a tener en cuenta es que debemos evitar recalentar o romper la temperatura de los alimentos bruscamente y no exponerlos al sol o al calor.
Tampoco debemos olvidar lavar bien los vegetales y frutas que se ingieren crudos, revisar bien los de hoja verde que pudieran albergar moluscos.