La economía mundial continúa amenazada por el aumento de casos de coronavirus, lo que afecta las exportaciones y al mercado global.
A pesar de esa realidad y el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, es necesario salir adelante, buscar constantemente soluciones o alternativas; crecernos ante las dificultades, algo que caracteriza a nuestro pueblo y nos hace sentir orgullosos de ser cubanos.
Entre tantas transformaciones o medidas adoptadas para contrarrestar la crisis económica mundial, hoy nos concentramos en la producción de alimentos y en la soberanía alimentaria y nutricional, donde el campesinado asume un rol importante.
Reconocer el trabajo en el campo, desde cada pequeña porción de tierra para incrementar las producciones, aun cuando los escasos recursos se interponen, es digno de admirar.
Hoy más que nunca el uso de la agroecología en las fincas campesinas crece, el encadenamiento productivo de las industrias, el incremento de los patios o parcelas de las familias para producir desde casa sus propios alimentos, la contratación de nuevos planes de siembras, son acciones que no se hacen esperar.
En Batabanó los resultados son alentadores. Productores con experiencias aseguran buenos rendimientos en sus cosechas, teniendo en cuenta las bondades que brinda la agroecología en proporcionar cultivos saludables,
Desde que se registraron los primeros casos positivos Covid-19 en el país, lo que condujo a la implementación de medidas sanitarias para controlar la pandemia, el campesino cubano continúo en la primera fila produciendo alimentos.
Ahora nos encontramos en uno de los períodos más importantes dentro de la agricultura cubana donde se garantiza el 60 por ciento de los productos de todo el año, la cosecha de la campaña de frio, pero desde ya se retorna a los campos para organizar un nuevo período de siembra en la primavera.
Impulsar la economía nacional, producir en nuestro territorio lo que necesitamos para obtener una alimentación balanceada, además de ser un reto para los campesinos, nos demuestra cuanto podemos hacer para salir adelante en medio de la crisis global.
Ante las carencias de recursos, el uso de la tracción animal, de medios biológicos, la siembra escalonada y el empeño de cooperativistas y campesinos es decisivo.
Hoy el país tiene entre sus prioridades el enfrentamiento a la Covid-19, la producción de alimentos y la implementación de la Tarea Ordenamiento.
Ante estos hombres y mujeres que hacen parir la tierra a pesar de tantas dificultades e incrementan sus rendimientos y la entrega de alimentos, sencillamente tenemos que quitarnos el sombrero. (adm)